El equilibrio de la piel

Equilibrar la piel con los cambios de hábitos, de estilo de vida o cambio de estación

Cualquier cambio en nuestra actividad diaria afecta y mucho al estado de nuestra piel. No sólo son cambios climáticos que se desprenden de los cambios de estación (de verano a otoño-invierno), sino la vuelta al trabajo y a las rutinas diarias, el stress, la vuelta a la ciudad después de un periodo de descanso en la playa o montaña, y todo lo que implica un cambio de ritmo vital. Incluso, un cambio de hogar, una separación, una nueva pareja, un nuevo hijo en casa, y este tipo de variaciones de estilo de vida y afectivas también influyen en la piel de forma sustancial. Todo nuestro organismo está conectado, mente y cuerpo, y la piel es lo primero que delata todos estos cambios. 

Os propongo el ritual GET GOING, que está pensado para personas que están cambiando sus ritmos, bien sea por la integración en la vida laboral después de un periodo vacacional, o bien por cambios de vida en general. El objetivo del tratamiento es aportar tranquilidad, confianza, activar la energía, ayudar a superar los límites que nos preocupan e incapacitan, e incluso, para estados depresivos por cambios estacionales.

Los aceites esenciales favorecen de forma intrínseca el re-equilibrio emocional, pero es cuando sabemos combinarlos y aplicarlos en tratamientos que podemos orientar mejor ese re-equilibrio, potenciando ciertos aspectos que queremos tratar en cada persona. Este ritual favorece precisamente los cambios de ritmo de vida, y activa nuestro organismo para enfrentar mejor la vorágine del día a día. Todo ello, además de favorecer nuestro estado de ánimo, se traduce directamente a una mejora de la piel, que aparecerá radiante y luminosa.

La duración total del siguiente ritual es de aproximadamente una hora. Para obtener la máxima eficacia, no olvides que debes realizar este tratamiento con todas las materias primas de origen vegetal y ecológicos.

Materiales necesarios para realizar el tratamiento:

Material básico: Jabón neutro; Sales del Himalaya o Epson; Aceites Vegetales de: Aguacate, Almendras virgen, Germen de trigo y Rosa mosqueta; Arcilla blanca o verde; Agua de mar; Hidrolato; Glicerina vegetal.

Material específico: Los cambios mencionados, afectan de diferente forma a cada persona, por ello, personalizaremos el tratamiento según quien tengamos delante. Si padece ligera depresión, usaremos Aceite Esencial de Petit-grain con Bergamota; si en cambio, el cliente nota que no puede superar objetivos, utilizaremos Aceite Esencial de Enebro; si lo que necesita es activarse energéticamente, aplicaremos Romero, pero no debe aplicarse en personas hipertensas; y si el cliente requiere tomar los retos con tranquilidad, alegría y confianza, usaremos los Aceites Esenciales de Limón y Mandarina. A veces, puede realizarse una combinación, ya que las personas solemos tener varios estados emocionales mezclados. Siempre deben usarse los Aceites Esenciales con conocimientos en Aromaterapia, ya que son productos altamente eficaces y potentes.

PASO A PASO:

1.- Bienvenida

Acompañaremos al cliente a la cabina, siendo el cliente el que vaya el primero. Seguidamente le ofreceremos beber algún té o agua, y a continuación le ofreceremos los desechables que se utilizarán. Siempre todo bien limpio y organizado. A continuación, le lavaremos los pies en una cubeta con agua y 2 gotas de aceite esencial de Árbol del Té.

2.- Limpieza de la piel

Una vez realizada la acción anterior, invitaremos al cliente a que se tumbe en la camilla. Tendremos a la persona en posición de cubito prono. Cubriremos con toalla toda la zona de la espalda y nalgas, realizaremos una limpieza de la piel con jabón neutro, primero las piernas, glúteos, espalda y finalizar en los brazos. Retirar, y repetir la acción de cubito supino.

3.- Exfoliación de la piel

Una vez limpia la piel, aplicaremos el exfoliante, (en el cuerpo no es necesario retirarlo, al no ser que la piel de la persona sea muy sensible). Mezclaremos las sales con el Aceite Vegetal de Almendras, hasta que quede una pasta. El orden de aplicación será el mismo que el anterior. Repetir la acción de cubito prono.

4.- Tratamiento

Una vez tenemos aplicado el exfoliante, como no es necesario retirar, aplicaremos la arcilla. Para elaborarla, hay que mezclarla con hidrolato, que puede ser de Azahar o Lavanda, y potencia el objetivo buscado en el tratamiento. Añadir a la mezcla un poco de agua de mar, que aporta minerales y oligoelementos a la piel, y además pondremos una pequeña cantidad de glicerina vegetal, que es humectante y facilita la retirada de la mezcla de arcilla. A continuación, añadir a esa mezcla aceites esenciales: dos gotas de cada, según los que hayamos escogidos por el estado del cliente, excepto el Árbol del Té. Dejaremos actuar aproximadamente 20 minutos. No cubrir con plástico.

5.- Masaje y finalización

A continuación el cliente pasará por la ducha (sin jabón), y si no dispusiéramos de ducha lo podríamos retirar con toallas desechables. Es una buena opción decidir retirar con toallas, ya que es un verdadero placer ser limpiado como un bebé o niño. En la edad adulta, la experiencia sensorial de ser lavado por otro se pierde. Sólo nos lavan de pequeños, de ancianos o si estamos hospitalizados. La sensación es relajante, te llena de tranquilidad, recibes mimos y cuidados y recuerdas el arropo de la infancia, toda una experiencia. Seguidamente realizaremos un masaje estimulante con los aceites vegetales y esenciales. Los mezclaremos siempre poniendo dos gotas de cada aceite esencial escogido. Si los queremos usar todos, en total tendríamos 10 gotas de aceites esenciales.

Para finalizar, vamos a repasar las principales características y propiedades generales de los aceites esenciales usados en este ritual. Es importante recordar que no deben usarse en los tres primeros meses de embarazo, ni tampoco en periodos de lactancia y cómo no, los aceites esenciales siempre deben estar fuera del alcance de los niños.

BERGAMOTA (Citrus aurantium var. bergamia): aporta una sensación refrescante. Es estimulante pero curiosamente, a la vez es calmante para nuestro sistema nervioso. Lo podemos utilizar en aquellas ocasiones de ansiedad, pánico, depresión, tensión nerviosa, estrés y similares. Además, es excelente para las pieles con dermatosis, eczemas, psoriasis, etc.

LIMON (Citrus limonum): nos puede ayudar en esas ocasiones de fatiga general. Es una esencia que ayuda a reforzar las defensas naturales. En estética, lo podemos utilizar para todos los tratamientos de adelgazamiento, y para los estados de vejez prematura de la piel. También es eficaz en estados de acaloramiento por su poder refrescante.

MANDARINA (Citrus reticulata): Es un equilibrador del sistema nervioso, es relajante y calmante, nos aporta optimismo y ganas de vivir. En aplicaciones estéticas, está indicada en aquellas pieles que están congestionadas, pálidas, sin tono, ayudando a recobrar su vitalidad.

ENEBRO (Juniperus communis): nos puede ayudar en esas ocasiones de pánico, miedo o temor. El miedo paraliza, nos deja inmóviles, e incapaces para afrontar situaciones. Este aceite nos ayuda a superar y a avanzar. Además, aumenta la vitalidad, es un tónico para las pieles congestionadas, nos ayuda en casos de celulitis, y es un buen depurante de la sangre.

ROMERO (Rosmarinus officinalis): es recomendable su uso en momentos de falta de energía, en aquellos casos de desorientación, de indiferencia. Nos despeja la cabeza y ayuda a la memoria, además de ser un excelente para las contracturas musculares y para la piel en general. Precaución, no utilizar en personas hipertensas.

Los aceites esenciales son muy versátiles, con numerosas propiedades cada uno de ellos, y por consiguiente, con multitud de aplicaciones. Aquí sólo he detallado algunos aspectos de cada uno. Muchas veces en las clases, mis alumnos me preguntan: “¿y qué olor escojo?”, o bien “¿qué aroma aplico?”. Es una gran pregunta, porque puede dar la sensación que todos sirven para todo. Un buen truco, muy intuitivo, pero que funciona muy bien, es: antes de aplicar, dar a oler al cliente. Preguntarle qué le gusta más (de un grupo de aceites que pueden usarse para lo mismo, unos son más afrutados, más amaderados, con más aroma a flores, más secos o más dulzones, etc). Los aromas de los aceites esenciales aportan bienestar, tienen propiedades olfativo-sensorial-neuronal, y es muy importante que el cliente se sienta bien con el aroma del aceite que se le va a aplicar. Si aportamos bienestar, implícito en el aroma, el sistema nervioso se equilibra, y por ende, las emociones.

Todos los aceites esenciales nos ayudan a equilibrar el sistema nervioso, estimulan el sistema inmunitario y regulan el sistema endocrino, estos tres sistemas son el pilar de la salud del ser humano. Si tenemos conocimientos de esta maravillosa disciplina como es la Aromaterapia, podemos realizar protocolos de trabajo personalizados para cada necesidad y estado emocional.

ARTICULO PUBLICADO EN LA REVISTA:

www.expertosenspa.com/el-equilibrio-de-la-piel-en-el-cambio-de-estacion-por-yolanda-rico/

 

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